Describiré la mística ironía
que causa larga pena quietamente,
sembré un jardín con alas en mi frente
y hoy perezco en la sombra, sola, fría.
Luché por liberar toda una cría
que forjé con amor y con desvelo,
dejé mi nido, mi calor, mi cielo,
buscando algún futuro como aurora
más el silencio vago y denso mora
en el palacio de mi desconsuelo.
Los amigos cual témpanos de hielos
al ver mis manos hoy que están vacías
como no aportan risas y alegrías
dejaron entrever ciertos recelos.
Corrieron como viejos arroyuelos
desprendidos en pos de una riada
¿ironía verdad? No quedó nada
aquellos gestos que guardo en la memoria
quedaron archivados en la historia
de una gaveta vieja ya cerrada.
Más en esta misiva consternada
donde plasmo mis penas a deshora
sé que mi pluma su dolor aflora
cuando me mira triste acongojada.
Ahora que yo estoy cerca o apartada
tan solitaria como un ave herida,
siento que queda un soplo de esta vida
que se me escapa casi sin aliento
y más que el desamor ¿saben que siento?
el sollozo de un alma despedida.
¿Qué cuesta dar consuelo, dar un beso,
dar un abrazo, un gesto, una llamada,
un te quiero, te amo y más que nada
una sonrisa, un saludo, un rezo?
Dar una flor que alivia cualquier peso,
en las adversidades y en las penas,
y si llevas mi sangre que en tus venas
puso mi corazón con su latido
desde el vientre que al mundo te ha traído
no dejes que se rompan las cadenas.
Porque aquellos que pagan como hienas
creyéndose perfectos y arrogantes
sin perdonar, ni amar, intolerantes
ya vivirán sus causas y condenas.
Hay tanto que aprender de las colmenas
en ese reino unido y laborioso
hay que dejar atrás lo vanidoso
para abrirle la puerta a la esperanza
sin odio, sin cizaña, sin venganza
pues el amor hoy crece victorioso.
La vida terrenal impredecible
nos colma de altibajos sorprendentes
cruceros, vericuetos y pendientes
tocan las fibras de ese yo sensible.
Esas fibras humanas invisibles
a la vista del hombre y su porfía,
son las que duelen y en desarmonía
con las gloriosas metas que logramos
nos bajan al abismo, más pensamos
que nos golpeó de pronto, una ironía.