Tú eres pincel y yo la poesía
mezclados al azar en cierto encaje,
somos hoy más que algún sólo lenguaje,
una pieza inmortal cual sinfonía.
Me das tu musa, yo te doy la mía
escrita en la palabra más sencilla,
encendiendo mi voz vá tu plumilla.
fiel candelabro, mágico, ancestral,
que plasma nuestra huella magistral
con el ferviente amor de nuestra arcilla.