ELEGÍA A LAS TARDES EN FOTOS

ELEGÍA A LAS TARDES

Esta hora de cielos dibujados,
de azules y rosados, como auroras,
cuan días que parecen largas horas
se ven como de encajes adornados.
Crepúsculos de sueños, que filmados,
se quedan en la diáfana memoria;
recuerdos de mi corta y larga historia,
debajo de celajes esparcidas,
hoy lucen de explendor las compartidas
tardes, de sensaciones y de euforia.

A TI MI DIOS

Hoy que te imploro, Dios, en oraciones,

en mis plegarias, en mis pensamientos,

en los frágiles días y momentos,

que hacen flaquear mis tenues emociones.

Siento que siempre estás en mis acciones,

en los deseos que del alma brotan,

en las inmensas nubes que ya flotan

queriendo disipar todo el calvario,

y mi palabra enlaza este rosario

mas los dolores cesan, y no azotan.

!Oh Dios de mi alma! sé, que el embustero,

no puede con un Dios tan milagroso,

por eso yo recibo ya el reposo,

de tu poder tan justo y tan certero.

Mi alma que hoy transita tu sendero

dejando a un lado a quien te causa pena,

sabe que tu mi Dios, darás condena,

a quien hace llorar por su arrogancia,

por la envidia, la burla y la distancia,

que se devuelve ya sin ser ajena.

Y éste poema que del alma brota,

para entregarte a tí todos mis males,

ya no cruza por dudas abismales

porque en la fe certera, no hay derrota.

Simplemente te entrego cada nota,

que el corazón escribe con su anhelo,

tu apartas de mi alma el desconsuelo,

te llevas el sentir de mi fatiga

y me cargas en brazos como amiga

para que vuelva a retomar el vuelo.

Gracias Padre Celestial

DESDE QUE TÚ NO ESTÁS

Desde que tú no estás, ya no hay espera,
el sol que ya no brilla se ha dormido,
desde que tú no estás, ya no hay silbido,
y mustia está la tierna primavera.
El cielo esta tan gris, que desespera,
el mar se empequeñece, gota a gota,
la flor ya no florece, casi rota,
la noche se oscurece, sin estrellas,
y aquellas melodías que eran bellas,
se fueron de mi piano, nota a nota.

Desde que tú no estás sólo un paisaje
recorre mis ideas sin retoño,
un árbol solitario, en gris otoño,
desde que tú no estás, y estás de viaje.
No sé porque te hice el equipaje
para llorar después, día tras día,
que sin sabor estruja la alegría,
que irremediable y rudo fue mi paso,
sé que perdí tu amor y en éste ocaso
hoy me acompaña la melancolía.

EN EL CAFÉ...........

Que gallardo te veo entre las luces;
es que ser el cantor, es importante,
y si a la vez es el acompañante
realza el efecto que produces.
Eres el centro y al placer conduces,
por los cristales donde se te vé,
yo siento una nostalgia, un no se qué,
cuando te escucho, y a través de un hilo
con tu teclado, con tu propio estilo
mientras yo saboreo mi café.

FILOSOFIA DEL RENCOR

Ahora es que yo comprendo; algún lenguaje,
que no sale del alma, ni del verbo,
cuando me toca a mi, tan sólo observo,
que no tiene prestancia, ni linaje.
Es como un uniforme, cual ropaje,
se esconde por detrás y se arrincona,
para tapar el sol, que no es persona,
pero lleva la luz del alma en pena,
porque no puede salir de su cadena
teniendo que vivir, en triste zona.

FORTALEZAS DE CARNES

Los cuerpos, las mejores fortalezas,
que trabajan y cumplen misioneros,
vehículos de amor, son tan certeros
que tienen realidades y flaquezas.
Los cuerpos, nuestras marcas, las bellezas,
las arrugas, los golpes, los rincones.
Las inquietudes, nuestras emociones,
los vaivenes que mecen nuestras vidas;
son sueños y experiencias compartidas,
son poemas, son prosas, son canciones.

Y somos mucho más que lo que observas,
de lo que miras, de lo que tu dices,
somos un resplandor, que no predices,
y que a la vez por siempre lo conservas.
Detrás o al interior, la luz preservas
y forma parte de tu movimiento,
la razón de vivir, .. es sentimiento
que por instinto se une a la frecuencia,
es la voz interior de la conciencia
fortaleza de carne…. !raro invento!.

ELEGÍA AL DESAMOR ANDANTE

Anda incesante el desamor por todo ;
por todo el globo terráqueo, deshaciendo,
lo que el hombre, en amor, fue componiendo,
detrás lo desbarata de algún modo.
Es como echarle al agua, cierto lodo,
es tan irreverente, fiero, cruel,
en la mano, lleva un frasco de hiel,
si lo derrama de una vez por toda
es tan superficial, como una moda,
que se esconde sin tregua en su cuartel.

Almas que giran, como carrusel,
negras entrañas, que sin sentimientos,
dejan huellas de fango en los cimientos
de sus propias parcelas, a granel.
Ellos siembran el odio, como miel,
usan el mal lenguaje, como maña,
el desamor: es intima cizaña,
pero si tiene quien le contrarresta,
!el amor!, que lo siente, lo detesta,
virando para atrás su cruel patraña

No temas nunca; que ese ser andante,
que viaja en su caballo, taciturno,
viaje largo, tan negro, oscuro, diurno,
devore tu alegría si es constante.
Ese malévolo jinete sofocante;
que quiso hacerte daño en esta tierra,
no se escapa de su temprana guerra,
y al moverse en su larga caminata,
la misma suerte: lo arrastra, lo maltrata,
porque al tocar la puerta, !se le cierra!.

El fiero desamor; se queda sólo,
si el mundo no le da cierta cabida,
al desamor, le queda poca vida,
si los hombres no le hacen protocolo.
Su frialdad se hiela, y en su polo,
de hielo, de maldad, desesperanza ,
se queda anclado, por su injusta andanza,
sin poder enarbolar bandera,
el desamor, no encuentra madriguera,
si tu alma se colma… de bonanza.

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¿DÓNDE ESTÁ LA PIEDAD?

¿Donde fue la piedad y la ternura,
el amor y la misericordia?
¿donde fueron? , su ausencia es tan notoria,
que se pierde en el bosque y su espesura.
Se perdieron los rostros de dulzura;
la voz subió su tono, repentino,
sólo un mar nos cambio nuestro destino,
amoldándose a frías aptitudes,
dejando: tradición y longitudes,
para acatar el desamor vecino.

Vergüenza da; que el desamor, tan fiero,
evite que seas parte de esas vidas,
esas, que allí en tu vientre, concebidas,
latían con amor puro y certero.
La falta de piedad, es agujero,
que causa no tener salud, riqueza,
es desamor; que llega, es la pobreza,
de almas hoy marcadas por el peso,
de tener que aliviar, o dar un beso,
a quien te ama aún por su entereza.

Que pena, que no conservemos,
a pesar de sentirnos exiliados,
aquel amor de amores heredados
que desde bisabuelos conocemos.
El respeto, que siempre les debemos,
a los que nos cuidaron con esmero,
la piedad y el cariño más sincero,
a esos padres que por ti lucharon,
y muchas veces se sacrificaron
por que ante todo tú, eras lo primero.
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